Síndrome de la mochila llena
Se menciona todo esto porque estos eventos o situaciones creados por terceros y cocreados por nosotros mismos, nos persiguen hasta el día de hoy, como diciéndonos "hey! aquí estoy para hacerte infeliz e infortunado en la vida, que vayas adonde vayas estoy contigo, porque estoy impreso en tu pensamiento, corazón y alma". Y esto, desde luego, es un hecho innegable, porque tarde o temprano vamos a sufrir los estragos emocionales de estos acontecimientos que, para bien o para mal están aún con nosotros, pegados y adheridos, buscando la forma de liberarse, para que podamos ser felices o, mejor aún, evolucionemos como seres humanos. Sin embargo, es una mochila tan pesada de cosas terribles y oscuras que pocos son los que se atreven siquiera a abrirla, ya que podrían abrir puertas que quizás, no puedan cerrar y así, hacer más pesada la mochila. Y es que, hay que estar preparados para vaciarla y seguir con la vida, dejando atrás todo aquello que impide avanzar a la autorrealización. De no ser así, solo queda seguir cargándolas e ir por el mundo ocultando quiénes somos realmente, guardando y ocultando sucesos funestos con los que nosotros jamás nos hemos reconciliado y aceptado. Si te encuentras en esta situación, no es necesario que vayas por el mundo divulgando las cosas que te sucedieron u ocultando las cosas perversas que has hecho, sino que, entres en un acuerdo con ellos, aceptándolos e integrándolos en tu vida como parte de tu aprendizaje como ser humano. De no hacerlo de esta forma, irás toda la vida sufriendo emocionalmente, sin comprender el porqué de tu ansiedad, dolores físicos, depresión, conductas límites, etc., tan solo por no aceptar las cosas adversas que te pasaron ni de las conductas impropias o pensamientos inadecuados que quieres ocultar en tu vida.
Síndrome de la mochila llena
Existe un grupo al cual se les hace muy difícil vaciar esta mochila; les gusta ir por el mundo cargando, aguantando y sufriendo por este peso, haciendo notar a todo el mundo que viven con desventura y aflicción, y que no están dispuestos a dejar ir o soltar este peso, ya que han encontrado una manera de estirar su dolor como chicle, encuentran beneficio y provecho respecto a los demás, porque el dolor emocional que sienten lo compensan con conductas bondadosas y palabras de apoyo por parte de los demás, se niegan a renunciar a ello y se aferran más a ese dolor, es más, llenan sus mochilas con más momentos símiles para ir por la vida dando pena. No se dejan ayudar a cargar sus mochilas por nadie, ni por el esposo, hijo, hermano, psicólogo, amigo, etc. Llevan en la mochila sus recuerdos más terribles, deseos negados, pensamientos absurdos y las sombras del dolor, con los cuales nunca se han reconciliado ni integrado en sus vidas. Cada evento adverso es un agregado de peso, que coadyuva a sentirse más vulnerables e indefensos en esta vida.
Por otro lado, parte de la población ha encontrado formas, opciones y estrategias para aminorar o extinguir este peso de una forma genuina y saludable, y es que se han dado cuenta que pueden acumular y vaciar esa mochila de aquellos recuerdos desagradables y de aquellos pensamientos y/o conductas negadas a través de autoexploraciones e introspecciones profundas, basadas, principalmente, en conocerse a sí mismos. Estas técnicas logran que la persona sea consciente, profunda y reflexiva sobre el origen de aquellos recuerdos desagradables, para luego reconciliarse con los mismos, es decir, tienen que integrar cada escena de la película de su vida con la autoaceptación y reconciliación, al saber que nadie en esta vida es perfecta y que a pesar de haber pasado por situaciones lamentables y de tener muchos yerros tenemos el derecho a ser felices.
Existen, además, otras estrategias que pueden servir para vaciar o sobrellevar la mochila pesada, las cuales son:
Un psicólogo bien preparado te va a ayudar a cargar ese peso hasta que puedas vaciarlo por ti mismo(a), haciendo posible que se dé un mecanismo de recojo y despojo de las impresiones emocionales, es decir, acumulas, llenas tu mochila y vas botando las cosas innecesarias e improductivas que merman tu capacidad de avanzar en la vida.
Una pareja tiene una cualidad catártica; sin embargo, se requiere de mucha madurez para saber escuchar, sobrellevar y orientar a quien lleva el peso. El hacerlo bien traerá, como consecuencia positiva, el descargue o desvelamiento emocional de todos aquellos sucesos que han permanecido ocultos y/o atesorados por quien lleva la mochila pesada.
Un amigo(a, un familiar, un profesor, etc., pueden, asimismo, cumplir esa función catártica, obviamente, cumpliendo los requisitos que anteriormente se han descrito.
Como vemos, las personas tienen la capacidad de ir acumulando y descargando las impresiones emocionales que le han sucedido o que le sucederán en la vida, sin que esto sea una limitante para evolucionar y ser feliz. Sin embargo, hay un grupo que no puede con esto y sufren mucho; ellos tienen el síndrome de la mochila llena.
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