La aprobación detrás de Facebook

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Todos los días miles de personas alrededor del mundo dan un clic para ingresar a Facebook y poder tener un momento de ocio o para chismear simplemente. Todos lo hacemos en cierta forma (me incluyo), pues está en nuestra naturaleza humana el estar curioseando sobre las cosas que nos rodean, y que mejor que Facebook para distraer la mente y darnos un respiro a nuestros ajetreos laborales. Sin embargo, hay una diferencia bien marcada entre la gente que entra por ocio y vacilón, a la gente que vive, sin darse cuenta, dando clic a esta aplicación para mostrar sus perfiles psicológicos en cada publicación que exponen a los demás, porque muestran, sin darse cuenta, la precaria vida emocional y la incorrecta estructura sobre donde construyeron sus personalidades. Ellos están constantemente buscando la aprobación mediante Facebook.

¿Por qué digo esto? Pues, simplemente, porque hay muchas personas que, consciente o inconscientemente nos bombardean obsesivamente con publicaciones de toda índole. Nos exponen sus vidas como si nos interesase saber qué comen, dónde están, qué escuchan, lo bien que la pasan con sus parejas y todo el rollo que ustedes ya saben. A mí, particularmente, me dan ganas de bloquearlos porque me muestran sus lados que ellos ocultan, pero que, en cada publicación que hacen, me recuerdan quiénes son. Con lo que expongo, no me refiero a que lo dejen de hacer, o sea, que no publiquen, ¿quién soy yo? Sería un tonto sin tan solo lo sugiriese. A lo que voy, es que, está bien chévere publicar ciertas cosas, todos lo hacemos, pero mostrar ponderación no estaría de más para no ser mal vistos por el resto.
                                           
        
No necesitas ser un psicólogo(a) para poder corroborar que estas personas necesitan aprobación (virtual) de todas las publicaciones que estos hacen. Ellos necesitan alimentarse emocionalmente. Sentirse seguros. Necesitan leer comentarios positivos: "te ves bien amiga(o)", "qué lindos", " te lo mereces", "no te preocupes, todo va a estar bien", por mencionar algunos. La preguntas es: ¿en realidad necesitan de esto? Respóndanse.

La aprobación, propiamente dicha, es necesaria para todos los seres humanos porque nos ayuda a reforzar ciertas actitudes y aptitudes que poseemos. Nos hace fuertes para poder lidiar con los altibajos que nos da la vida. Gracias a esta sabemos que lo que hacemos está bien. Pero ¿qué pasa cuando me obsesiono con la aprobación en las redes sociales?, ¿qué pasa cuando publico dónde estoy, qué hago, qué como, cómo me siento y todo el rollo a cada rato? En verdad ¿crees que algunos no se dan cuenta qué buscas? ¡Ja,ja,ja!, ¡Piensa!, ¡No te expongas así! Y Si aún no te has dado cuenta que haces lo que digo , distas mucho de la sensatez. Ahora, si no te importa lo que piensen los demás, es porque tienes una personalidad arrolladora, aunque eso lo dudo mucho. Todos queremos nuestros likes y comentarios positivos, pero no te obsesiones con eso. ¡Modérate!

De más está decir que cada uno de nosotros tenemos debilidades y fortalezas en nuestras personalidades. No obstante, deberíamos desnudar nuestras debilidades con nuestros espejos a solas para hacernos fuertes y no, desde una aplicación. Nadie quiere que lo tilden de romántico(a), reflexivo(a), soñador(a), celoso(a)..., incluso, de tener baja autoestima. Por eso hay que chambear en casa.

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                                       Fuente: Google

Facebook, como una red social, está diseñada para aguantar de todo. Pero, creo yo, sería genial publicar momentos memorables (cumpleaños, viajes, etc)., pero todo con moderación, "ahí está la clave". Podrías publicar enlaces de ayuda o para denunciar situaciones injustas. Eso vale mucho y nadie te juzgará. No deprimas a la gente bombardeando la red con tonterías. No me culpes por pensar así, pero es mi punto de vista.

Para concluir con este post, te quiero decir que no necesitamos a Facebook para autoreforzar nuestros pensamientos y emociones. Si te sientes mal por algo, debes llevar el proceso de sufrimiento a solas. Si te dejó tu novio(a), sufre y llévalo por dentro, no te expongas. Si te va muy bien con tu novio(a), ¡qué bien por ti!, pero modérate con tus publicaciones. No vaya a ser que termine esta y tú quedes mal parado(a). 

Todos publicamos. Algunos con más frecuencia que otros; la diferencia es: ¿qué publicamos y con qué fin?. Deja tu comentario.


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