¿Por qué me cuesta tanto dejarlo?

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Cuando uno se hace esta pregunta: ¿Por qué me cuesta tanto dejarlo(a)?, en apariencia, suena bastante dramático, ya que algunos no se hacen muchos problemas a la hora de acabar una relación con la pareja de turno o con la mujer u hombre de su vida, (aquí no pasó nada). Pero, para algunos, esta pregunta tiene mucha carga afectiva e inestabilidad emocional que ellos no terminan de comprender por más que se les explique que es lo mejor para ellos. ¿Qué pasa cuando una persona no tiene la capacidad de decir "basta" hasta acá no más?, ¿por qué siguen al lado de la persona que lo(a)s hace sufrir?, ¿por qué les cuesta tanto separarse? Es complicado descifrar esto, pero se pueden añadir algunos argumentos debatibles si es que así lo prefieren a las suposiciones dadas a continuación.


Es sabido que nosotros, (varones y mujeres) nos complementamos como seres sociables que somos. Decidimos formar un vínculo, de apego incondicional o no, pero lo hacemos, en pro de nuestra estabilidad emocional y como parte de nuestro crecimiento social y personal. Somos un entramado de emociones y sentimientos a la hora de amar, valorar, respetar, intimar, admirar..., al ser amado. Esto, por supuesto, es bueno, porque obviamente, cuando nos enamoramos vemos los puntos buenos que nos tiene que ofrecer nuestra pareja y los cuales fortalecerán nuestra relación en el futuro. 


El problema medular de no poder dejar a una persona, desde mi punto de vista, es que... nosotros al formar un vínculo con alguien, inconscientemente dejamos que esa persona tape o cubra con sus cualidades nuestras carencias de toda índole y viceversa (uno cubra los de él o ella). Cuando digo de toda índole, no solo involucra las carencias emocionales sino también carencias económicas, sociales, sexuales, laborales, estéticas, etc.

Te voy a dar un ejemplo, que espero lo puedas interpretar de una forma racional.

Supongamos que Luis, es un chico que tiene carencias emocionales, que no lo hacen ser una persona funcional en la sociedad, ya que se considera: tímido, feo, poco sociable y afectivo, pero muy trabajador. Luis conoce a Ana, una mujer muy guapa, extrovertida, muy cariñosa y poco responsable,  con quien empieza una relación que le dará satisfacciones o pesares, según como se maneje ésta.

Entonces, Luis que se describe así, añadido con su infravalorada apariencia física que él mismo tiene de su persona; lo hace ser desconfiado y tímido a la hora de interrelacionarse e interactuar en la sociedad (le cuesta). No obstante, los rasgos de Ana terminan por complementar los vacíos que tiene Luis, y hace que se sienta en esa relación bastante confiado, entusiasta, optimista y muy valorado. Ana ha terminado por cubrir las carencias de Luis y ha hecho de él una persona con mejor "autoconcepto o autoestima". Y esto, en realidad es muy bueno para ambos, ya que cada quien cubre lo poco o mucho que le falta al otro.

Pero, el problema que se podría dar acá, es que, si Luis no dirige bien estos sentimientos que siente hacia Ana  y los sobrevalora o engrandece de manera irracional, va a terminar desarrollando conductas obsesivas hacia ella, marcada de: celos, dependencia, angustia, ira, inestabilidad cuando ella se quiera ir o dejarlo, ya que el alejamiento y la remoción de afectos que él completaba al lado de ella, se podrían quedar vacíos nuevamente, que, desde luego, le generará una gran inestabilidad emocional, pues sentirá que le quitan algo inherente a él.


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                                               Fuente: Google

Si una persona deja de lado la valía que tiene como persona, y busca de manera inconsciente que los afectos ajenos terminen por complementarlo sin ser conscientes hacia donde dirigen estos afectos, ahí está el problema. Todo sentimiento mal dirigido se notará en la conducta de la persona que no quiere renunciar a dejar a alguien. Por eso tienen una lucha mental de que si lo dejan o no. Les cuesta renunciar a todas las cualidades que la otra persona aporta a su vida. Por ejemplo:

Si del 1 al 10 Pepito puntúa 3 de cariñoso y Juanita puntúa 8 (ella termina completando su carencia)
Si Pepito puntúa 8 de responsabilidad y Juanita 4 (Pepito completa ese rasgo).
Si Pepito puntúa 1 sociable y Juanita 5 (Juanita completa en cierto modo a Pepito).
Si Pepito puntúa 2 en inteligencia y Juanita 9 (ella completa la carencia de Pepito)

Es así que muchas parejas terminan comiéndose la cabeza cuando quieren acabar con una relación. Siempre parecen adivinar el futuro con sus pensamientos: Si se va con otro(a), la otra persona se va a llevar lo que me corresponde; si se va con otro(a), la otra persona disfrutará del sexo que me da; si se va con otro(a), la otra persona se llevará el dinero que es para mí o mis hijos; si se va con otro(a), la otra persona se va a llevar lo amoroso que es... Si tú como enamorado(a), novio(a), esposo(a) no terminas por conocerte y darte la valía que tienes como ser humano, en cierto modo vas a depender emocionalmente del otro(a). Pues como lo dije antes, termina por llenar tus vacíos, que quizás, ni tú mismo(a) conoces.


El dinero, estatus, belleza, intelecto, honestidad, admiración, bondad, sexo, entre otras cosas juegan un rol importante en esta toma de decisiones. Nadie quiere dejar ir lo que a alguien lo llena como ser.

Por otro lado, en ciertas parejas que han desarrollado una igualdad de rasgos, es decir, donde no hay mucha diferencia en la puntuación de rasgos, se les hace más fácil terminar con la relación, ya que, aparte de no sentirse dependientes del otro, al parecer, han estructurado bien su autoestima como para estar perdiendo el tiempo rogando a alguien.

Ya te podrás imaginar las relaciones donde las puntuaciones de los rasgos son bajos para ambos o con una diferencia bastante marcada como de 1 y 10, respectivamente.

Desde mi punto de vista, estas relaciones pululan por mi país y son bastante insanas. Terminan dirigiendo sus sentimientos y emociones hacia los crímenes.


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                                              Fuente: Google

El complementarse nos produce un bienestar en todos los aspectos. Si uno de estos aspectos falla (no pasa nada), el problema es cuando tú sobrevaloras las cualidades del otro por encima de los tuyos.

OTROS ASPECTOS A MENCIONAR DE LOS PORQUÉS TE CUESTA TANTO DEJAR A ESA PERSONA

LOS HIJOS de seguro serán un factor determinante a la hora de tomar este tipo de decisiones, pues la madre o el padre que quiera acabar su relación, tendrá que tomar en cuenta el daño psicológico que les pueda a causar. Los padres se ven dubitativos y bastante reacios a la hora de decir basta.


LA SOCIEDAD también juega su papel importante en este tipo de toma de decisiones, pues la gente señala, juzga, critica y muchas veces enlentecen tu decisión. Sé que algunos dirán que no les importa la gente, pero para algunos es su karma.

¿¡Cuántas veces habrás querido terminar algo!?, pero luego te dices: "qué dirán mis amigos, tías, vecinos, hermanos, etc", tanto tiempo para nada.

EL PECULIO o bienes obtenidos juntos juegan su rol importante también, ya que el hecho de haber aportado dinero o esfuerzo en la consecución de logros, hace que no te tomes tan a la ligera una decisión tan importante como esta. Yo compré los muebles, el carro... ¿Qué se va a hacer con el departamento, el perro, etc. Y si piensas que otra persona podría quedarse con todo eso (peor). Serás mas terco(a) a la hora de dejarlo(a).

NO DARLE GUSTO A ALGUIEN, es quizás una de las excusas más triviales, pero para algunas personas vale mucho. Cuando hay personas alrededor de tu relación y siempre te dicen que esa persona no es para ti; déjalo, búscate otro mejor; cualquier rato se va a acabar tu relación, (es peor), porque por no dejar que ellos se salgan con la suya, sigues aferrándote a alguien para demostrarle a los demás que nunca tuvieron razón. Un caso bien conocido es la relación que mantienen algunas mujeres con las suegras, que quieren que el hijo las deje y busquen a otra, entonces, la nuera por no darle el gusto a la suegra lucha por el amor que siente y no renuncia así de fácil.


Y, para terminar con este post, te diré que existen miles de parejas que se hacen la misma pregunta: ¿Por qué no puedo dejarlo(a)? En realidad, hay muchos factores por los cuales les cuesta terminar con la relación, ya sea: estatus, dinero, sexo, afecto, etc. Pero algo que es cierto para todas estas parejas es que... tarde o temprano, después de tantas idas y venidas y de autoconocimiento y valoración, habrá un punto de inflexión, el momento que uno dice: "ya no, hasta acá no más"

Y tú, que opinas sobre esto, ¿conoces a alguien que tiene una relación así? Deja tu comentario.


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